LOS GOLPES DE CALOR
Si no conseguimos regular la temperatura, podemos sufrir mareos, calambres, un golpe de calor o agotamiento por el mismo.
Los síntomas más frecuentes son:
En el golpe de calor: temperatura elevada; piel roja, caliente y seca; pulso fuerte y acelerado; dolor palpitante de cabeza; mareo, náusea y confusión (incluso pérdida de consciencia).