INSOMNIO


 

El insomnio es un trastorno del sueño frecuente que puede causar dificultad para conciliar el sueño (quedarse dormido) o mantenerlo, o puede hacer que te despiertes demasiado temprano y no puedas volver a dormirte. Es posible que sigas sintiéndote cansado cuando te despiertes. El insomnio no solo puede minar tu energía y estado de ánimo, sino que también puede afectar tu salud, desempeño laboral y calidad de vida.

La mayoría de los adultos necesitan dormir entre 7 y 8 horas por noche.

Síntomas

Los síntomas más comunes son:

  1. Dificultad para conciliar el sueño a la noche
  2. Despertarse durante la noche
  3. Despertarse muy temprano
  4. No sentirse bien descansado después del sueño nocturno
  5. Cansancio o somnolencia diurnos
  6. Irritabilidad, depresión o ansiedad
  7. Dificultad para prestar atención, concentrarse en las tareas o recordar
  8. Aumento de los errores o los accidentes
  9. Preocupaciones constantes respecto del sueño

CAUSAS MÁS COMUNES 

 

Estrés.

 Las preocupaciones por el trabajo, los estudios, la salud, las finanzas o la familia pueden mantener la mente activa durante la noche, lo que dificulta el sueño. Los acontecimientos estresantes o traumáticos de la vida, como la muerte o la enfermedad de un ser querido, un divorcio o la pérdida de un empleo, también pueden derivar en insomnio.

Malos hábitos de sueño.

 

 Los malos hábitos de sueño incluyen un horario irregular para acostarse, siestas, actividades estimulantes antes de acostarse, un entorno incómodo para dormir y utilizar la cama para trabajar, comer o ver televisión. Las computadoras, los televisores, los videojuegos, los teléfonos inteligentes u otras pantallas justo antes de acostarse pueden interferir en el ciclo del sueño.

Comer demasiado o muy tarde

 

 Una cena ligera  antes de acostarse está bien, pero comer en exceso puede hacer que te sientas físicamente incómodo mientras estás acostado. Muchas personas también sienten acidez estomacal o reflujo empeorando así la conciliación del sueño.

SUGERENCIAS PRÁCTICAS.

  1. Crea un buen horario. Acuéstate y despiértate a la misma hora todos los días, incluyendo los fines de semana.
  2. La actividad física promueve dormir mejor.
  3. Revisa tus medicamentos para ver si pueden contribuir al insomnio.
  4. Evita o limita las siestas.
  5. Evita o limita la cafeína y el alcohol, y no consumas nicotina.
  6. Evita las comidas y bebidas abundantes antes de acostarte.
  7. Haz que tu dormitorio sea un lugar cómodo, y úsalo solamente para dormir.
  8. Crea un ritual que te relaje antes de dormir, como un baño tibio, leer o escuchar música suave.

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