Aceite esencial de lavanda

• Combate la caída del pelo y estimula su crecimiento.
• Propiedades antiinflamatorias y antisépticas, que ayudan a combatir los síntomas de la caspa.
• Equilibra el pH y posiblemente reduce el exceso de sebo y ayuda a  conseguir que el pelo que se mantenga más limpio.
• Actúa como un buen acondicionador natural ayudando a combatir la resequedad y el frizz.

Aceite de bergamota

Mejora la circulación sanguínea y, por lo tanto, se estimula el crecimiento del pelo.

Este aceite previene la resequedad, mejora el aspecto del cabello graso y funciona como acondicionador porque fortalece y flexibiliza la hebra capilar, protegiéndola del medio ambiente y de los procesos de estilizado. Aporta brillo y suavidad a las melenas rebeldes.

Controla la caspa. 

Aceite esencial de romero

Fortalece el cabello.

• Tiene propiedades astringentes, que ayudan equilibrar la producción de grasa en el cuero cabelludo produciendo solo lo que necesita para mantenerse sano y nutrido.

• Tiene función antifúngica evita infecciones por proliferación de hongos, por desequilibrios del pH, y su función antiinflamatoria calma la irritación y el picor.

Aceite de Coco

Las propiedades de este aceite lo convierten en un tratamiento idóneo contra la sequedad del cuero cabelludo y el cabello. 

"aplícatelo y déjatelo toda la noche; incluso puedes usar una gota repartida en las palmas de las manos después de lavado para evitar el encrespamiento".

Aceite esencial de menta

Es ideal para cabellos secos, aporta una gran hidratación y frescura. Reduce la picazón del cuero cabelludo gracias a sus ingredientes refrescantes que estimulan el flujo sanguíneo, ayudando a evitar la caída del cabello y favoreciendo el crecimiento. Trata además la caspa, reduce la grasa y tiene efectos calmantes que reducen la inflamación. 

Aceite esencial de tomillo

El aceite de tomillo es muy bueno para el cabello porque:

Previene la alopecia, ya que estimula la circulación capilar, el crecimiento, da fortaleza y combate su caída.

Además, previene la caspa, controla el exceso de grasa en el cabello y le aporta brillo.

Aceite de argán

Es uno de los que mejor funcionan por su ligereza, aunque no se recomienda tan puro  porque podría engrasarte mucho o darte un brillo excesivo que puede confundirse con pelo sucio. En el mercado hay muchos productos con fórmulas perfectas que no engrasan, y proporcionan brillo y manejabilidad al pelo.

Aceite de almendras

Rico en vitamina E y antioxidantes, así como en ácidos grasos Omega 6 y 9. Cuenta con propiedades calmantes, nutrientes y protectoras. Lo mismo que ocurre con el de argán, si es puro, déjalo para tratamientos prelavado y no para el finalizado.

Aceite de semilla de Sésamo

Gran contenido en minerales, proteínas y vitaminas de tipo A, B, C y E. Hidrata y repara el cabello, previniendo los daños causados por los agentes externos -incluidos los rayos del sol-, aporta brillo a la melena e incluso sirve como acondicionador de ahí que facilite la tarea de desenredar el cabello.