¿Estás buscando un plan de alimentación saludable para el corazón?

 

La dieta mediterránea es una forma de alimentación basada en las cocinas tradicionales de Grecia, Italia y otros países europeos que bordean el mar Mediterráneo.

Los alimentos de origen vegetal, como cereales integrales, verduras, legumbres, frutas, frutos secos, semillas, hierbas y especias, son la base de la dieta. El aceite de oliva es la principal fuente de grasa agregada.

 

Se incluyen con moderación el pescado, los mariscos, los lácteos y la carne de aves. Por el contrario, la carne roja y los dulces solo se comen ocasionalmente.

El aceite de oliva aporta grasas monoinsaturadas que reducen el colesterol total y los niveles de lipoproteínas de baja densidad (o colesterol "malo"). Los frutos secos y las semillas también contienen grasa monoinsaturada.

Los pescados grasos, como la caballa, el arenque, las sardinas, el atún blanco y el salmón, son ricos en ácidos grasos omega-3. Estas grasas poliinsaturadas ayudan a combatir la inflamación en el cuerpo.

¿QUE

HAY DEL

VINO?

 

  El vino suele asociarse con la dieta mediterránea. Puede incluirse, pero con moderación. Si bien el alcohol puede reducir el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca, tiene otros riesgos para la salud.